GUERRA DEL CHACO

Los signos precursores de la guerra del Chaco, entre las repúblicas de Bolivia y el Paraguay, se iniciaron a partir de la continua ocupacíón por el Paraguay, del territorio chaqueño, de soberanía boliviana, desde el año 1912, en un constante fundar de puestos de avanzada que se fueron transformando en fortines, y las continuas acciones de tropas paraguayas sobre puestos militares bolivianos en fechas como ser el 5 de diciembre del año 1928, en el ataque al Fortín Vanguardia, el 10 de enero de 1930, en Fortín Cuatro Vientos, del 1 de julio de 1931 sobre el camino Saavedra – Cuatro Vientos, del 8 y 10 de julio del mismo año en el ataque a puesto Yujra, los ataques del 6, 25 de septiembre, 2 de noviembre y del mes de enero de 1932 al fortín Agua Rica o Samaklay, así como del 5 del mismo mes al fortín Loa, las del 18 de enero y 13 de marzo nuevamente al fortín Agua Rica ( Virreira 1932, ver también Academia Boliviana de Historia Militar 1988, T.I). El escenario donde se inició la contienda del Chaco fue el denominado El Gran Lago, Pitiantuta o Laguna Chuquisaca, descubierta casualmente a raíz del reconocimiento aéreo del 25 de abril de 1932, llevado a cabo por los Mayores Jorge Jordán y Oscar Moscoso, culminado en la ocupación de la laguna por tropas bolivianas al mando del Mayor Oscar Moscoso, del Reg. Loa, con asiento en Platanillos, el 15 de junio de 1932, con la toma del fortín paraguaya Carlos Antonio López, defendido por una fracción de caballería del Reg. Coronel Toledo N. 2. ( Antezana 1981 ). La fundación del Fortín Mariscal Santa Cruz, en la parte N.E. de la laguna y los posteriores ataques paraguayos del 29 de junio y 15 de julio de 1932, provocando el repliegue de las fuerzas bolivianas, con el fallecimiento del primer oficial boliviano muerto en combate , en defensa del territorio chaqueño, vale decir del Sbtte. António Arévalo la Serna, del Reg. Loa, desencadenaron una de las más cruentas guerras en Sud América, de la cual se escribieron centenares de ensayos históricos, monografías, relatos de episodios de guerra, artículos, Etc. La virtual declaratoria de guerra, propalada a viva voz por el Presidente Daniel Salamanca, desde los balcones del Palacio de Gobierno el 19 de julio de 1932, pidiendo a la población: ” todo el sacrificio necesario, no solo de dinero, sino la vida misma y todos los demás sacrificios” ( Antezana 1982: 85-86), revelaron con absoluta claridad la intención de su gobierno de pisar fuerte en el Chaco, vale decir sentar soberania en el total del territorio chaqueño, en su mayoría carente de servicios basicos e inclusive población (Cueto 1988:27), a través de una supuesta campaña rapida y facil, pese a las reticencias del Alto Mando Militar. Si bien los errores fueron por demás notorios y aùn más trágicas las cunsecuencias, el grueso de las poblacion citadina de nuestro país conoció y apoyó el proyecto del gobierno de Salamanca, de llevar la guerra al corazón de Chaco Boreal, con nutridas manifestaciones que en La Paz, recorrían las calles para culminar en la Plaza Murillo. Lo insolito fue que muchos de los entusiastas que solicitaron armas para marchar a combatir a la primera linea, no lo hicieron y por el contrario, asustados por la decisión Presidencial de llevar a delante la empresa guerrera que conduciría a la muerte a cientos de oficiales y miles de soldados, al ver las consecuencias, se rasgaron las vestiduras con posturas histrionicas llenas de hipocresia. Durante la guerra del Chaco, el gobierno de entonces no solo tuvo que atender la guerra, sino también los conflictos sociales que conmovieron profundamente a la población tanto de la ciudad como del área rural, motivada por los contínuos reclamos por la condición de crísis económica que vivía el país, la tenencia de la tierra y el reclutamiento obligatorio entre otros. En consideración que es importante estudiar el comportamiento del campesino boliviano durante la guerra del Chaco y sobre todo las causas que lo motivaron El conflicto que se desarrolló en el campo rural será tema que se analizará en el presente trabajo, es decir el surgido dentro de la población campesina asentada en las comunidades y en las haciendas, durante el tiempo que duró la contienda bélica que enfrentó a Bolivia y Paraguay, entre los años 1932 y 1935.